¿Eres consciente de la cantidad de veces que te dice “NO” a ti mismo? ¿o a los demás?
Si nos escucháramos atentamente TODO lo que decimos podríamos comprobar que la mayoría de veces hablamos de forma negativa, y es más, si tratamos de cambiarlo a positivo, nos resulta “penoso”, “raro” y “queda fatal porque es imposible”…como ves, otra vez, formulando respuestas negativas.
Al cabo del día, también generamos estas respuestas con nuestros hijos, parejas, amigos, en el trabajo, o mirándonos al espejo.
“Esto me hace gorda”, “esto no me sienta bien”, “no puedo hacerlo”, “no me da tiempo”, “no sé”, etc son FRENOS que nuestra mente adopta como habituales, normales y estándares que nos permiten sobrevivir a nuestra vida diaria.
¿Y si un día te permitieras SÍ A TODO?
Cambiar la percepción de lo que podemos hacer, conseguir, aprender, y mejorar nos ayudaría a sentir que existen más posibilidades en la vida. Quizá algún cambio no sea 100% súper guay, pero lo que en un principio puede suponer una dificultad, quizá te revele algún secreto de ti mismo, una cualidad escondida, un descubrimiento “causal” o una pasión desconocida.
Créeme, PUEDES HACER MÁS DE LO QUE IMAGINAS.
Tu mente ha ido estrangulando tus posibilidades a base de MIEDOS, para dejarte en tu zona de confort y evitar PELIGROS que no sepas afrontar…Dime, ¿si nunca te has enfrentado a esos peligros, cómo sabes que no puedes afrontarlos?
Sé que el dinero nos afecta mucho en nuestra vida para sobrevivir, y que la mayoría de cosas “no las podemos hacer sin dinero”, pero actuando y pensando de forma inhabitual los SÍES se convierten en bendiciones que transforman la percepción de lo que vemos.
Por ejemplo, todos los meses nos proponemos ahorrar, y nos decimos “a final de mes lo que me sobre, lo ahorraré”. ¿Y QUÉ PASA?, que llega fin de mes, y no podemos ahorrar porque no nos ha sobrado nada.
El cambio de actitud sería AHORRAR A PRINCIPIOS DE MES. ¿Y si comienzas por reservar un euro, o dos, el día 1 de cada mes?...A final de año verías que has reservado 12 o 24 euros, y deberías concedértelos como PREMIO por haber cambiado tu actitud.
Aunque no tengas trabajo, aunque ahora todo te parezca imposible, eres merecedor de un pequeño premio, porque estás “cambiando” tu vida cambiando tu actitud.
COMPRÚEBALO, Y VERÁS LA DIFERENCIA.